¿Estás demasiado preocupado por todo lo que te pasa, aunque no tengas motivos para estarlo? ¿Sientes mucha ansiedad con todo lo que te pasa a diario? ¿Estás siempre temeroso de que todo salga siempre mal?
Si es así, es posible que te estés enfrentando a un trastorno de ansiedad que se llama Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).
¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada?
Es completamente normal que nos preocupemos por temas de salud, laborales, económicos o familiares. Pero aquellos que padecen el TAG no sólo se preocupan de estas cosas, sino de otras muchas más; incluso cuando no hay motivos para ello. Afrontar cualquier situación, sea de la índole que sea, ya genera en ellos ansiedad y empiezan a pensar que todo lo que vayan a hacer les saldrá mal. Esto llega a niveles que a veces pueden provocar bloqueos, de manera que el sujeto se sienta incapaz de realizar cualquier actividad diaria cotidiana.
El TAG suele desarrollarse muy despacio y su comienzo se da en la adolescencia o juventud. Toda su compleja sintomatología puede mejorar o empeorar en diversas situaciones y normalmente se agrava en momentos de estrés.
Las personas que padezcan TAG consultan con sus médicos de cabecera antes de descubrir qué es lo que les pasa en realidad: dolores de cabeza, problemas del sueño, suelen ser algunos de los indicios del Trastorno de Ansiedad Generalizada. Sin embargo no siempre consiguen la ayuda que demandan, ya que esta sintomatología es algo difusa y puede enmascarar otras dolencias físicas. Llegar hasta el diagnóstico del TAG es algo complejo.
¿Cuál es su causa?
Se ha dado en algunos casos una cierta predisposición genética. Unos psicólogos en Málaga han dado a conocer varias investigaciones de la APA (American Psychological Association -Asociación de Psicología Americana-) que han descubierto que hay existen partes del cerebro directamente relacionadas con el miedo y la ansiedad.
Otros estudios sugieren que las preocupaciones extremas que acompañan a este trastorno pueden ser una manera de evitar o ignorar alguna otra preocupación más profunda. Si la persona soluciona ese problema, entonces las preocupaciones del trastorno de ansiedad generalizada también desaparecerían. Además, los investigadores están tratando de averiguar cómo el estrés y los factores ambientales influyen en el desarrollo de este trastorno.
¿Cuáles son las señales y los síntomas?
Las personas con el trastorno de ansiedad generalizada pueden:
- Preocuparse demasiado por las actividades diarias
- Tener problemas para controlar sus preocupaciones constantes
- Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían
- Tener dificultad para relajarse
- Tener problemas para concentrarse
- Ser fácilmente sorprendidas
- Tener problemas para dormir o permanecer dormidos
- Sentirse cansados todo el tiempo
- Tener dolores de cabeza, de los músculos, del estómago o dolores inexplicables
- Tener dificultad para tragar
- Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)
- Sentirse irritables, sudar mucho, y marearse o sentir que les falta el aire
- Necesitar ir al baño repetidamente
¿Cómo se trata el trastorno de ansiedad generalizada?
Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. Su médico debe hacerle un examen para asegurarse de que sus síntomas no sean causados por algún problema físico. Además, es posible que el médico le recomiende que visite a un especialista en salud mental.
Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos.
- Psicoterapia. La terapia cognitivo-conductual es especialmente útil para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada. Le enseña a la persona diferentes formas de pensar, de comportarse y cómo reaccionar ante distintas situaciones para ayudarle a sentir menos ansiedad o preocupación.
- Medicamentos. Los médicos también pueden recetar medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Hay dos clases de medicamentos que se recetan con más frecuencia para tratar este trastorno: los ansiolíticos y los antidepresivos. Los ansiolíticos son medicamentos fuertes y existen diferentes tipos, muchos de los cuales comienzan a trabajar de inmediato. Sin embargo, por lo general, no se deben tomar por períodos largos de tiempo. Los antidepresivos se usan para tratar la depresión, pero también sirven para tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Algunos pueden causar efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para dormir. Para la mayoría de personas, estos efectos secundarios no suelen convertirse en un problema, especialmente si se comienza con una dosis baja y con el tiempo se la va aumentando lentamente.
Es importante saber que, aunque los antidepresivos pueden ser seguros y eficaces para muchas personas, también pueden ser peligrosos para otras, especialmente para los niños, adolescentes y jóvenes. Toda persona que tome antidepresivos debe ser estrechamente vigilada, especialmente al comenzar el tratamiento.
Thanks for your comments.
muy bien explicado, queda muy claro. Muchas gracias!
Muchas gracias. Un saludo.