¿Qué diferencias pueden existir entre gemelos? ¿Qué hace distintos a los gemelos idénticos? Con igualdad de genes y en un mismo entorno, ¿qué desencadena la diferencia? ¿Qué es lo que hace que dos personas genéticamente iguales y criadas en el mismo ambiente desarrollen personalidades distintas? ¿Es el carácter fruto de los genes o del entorno? Inspirado por estos interrogantes un grupo de científicos alemanes investigó cómo se forma la individualidad en el cerebro. La eterna disquisición de la psicología entre el genotipo -la información genética que tenemos al nacer- y el fenotipo -nuestra adaptación al medio ambiente dependiente de la experiencia- parece seguir vigente a día de hoy. ¿Qué es más importante, nuestra herencia o nuestra experiencia?
Por otra parte, los gemelos que son separados al nacer, pero reunidos años después son muy similares en los intereses y personalidad. Tal es el caso de los gemelos idénticos Jim Lewis y Jim Springer que fueron separados cuando tenían sólo 4 semanas de edad. Cada uno fue adoptado por diferentes familias y mantuvieron ningún contacto. Se reencontraron después de muchos años y descubrieron que tenían muchísimas cosas en común: ambos fueron llamados Jim, tuvieron un perro de nombre “Toy” cuando eran niños y también se casaron dos veces. Ambos conducían un coche de la misma marca, fumaban la misma marca de cigarrillos y bebían la mismísima marca de cerveza. Para colmo, sus primeras esposas se llamaban Linda y las segundas se llamaban Betty.
Gerdd Kempermann, profesor de genómica de regeneración y académico en el Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas de Dresden ha afirmado en sus investigaciones que «dentro de la parte que está determinada por el ambiente, hay una subsección misteriosa».
En varios experimentos con ratones, Kempermann ha establecido una relación directa entre la experiencia o el comportamiento invididual y los cambios específicos generados en una región cerebral en sujetos genéticamente idénticos. Según el estudio, los animales más exploradores generaron más neuronas nuevas que los animales más pasivos.
De esta manera, los resultados del estudio ofrecen por primera vez un modelo animal para resolver un misterio humano: cuánto contribuimos nosotros mismos a ser lo que somos. La neurogénesis en los adultos, es decir la producción de neuronas nuevas en el hipocampo, permite que el cerebro reaccione de una manera flexible a la llegada de nueva información. Este proceso observado en los ratones también ocurre en el hipocampo de los humanos adultos.
Los resultados son una evidencia más de cómo llevar una vida activa tiene influencias profundas sobre la estructura cerebral. Los investigadores creen que los resultados del estudio ofrecen por primera vez un modelo animal para resolver un misterio humano: cuánto contribuimos nosotros mismos a ser lo que somos.
Especialistas en genética aseguran que el proceso de envejecimiento y la exposición a distintos factores ambientales, como la dieta o el estilo de vida, hacen que los gemelos se vayan diferenciando tanto en el comportamiento como en la susceptibilidad a padecer enfermedades. Un parecido físico casi idéntico y un mismo código genético no son suficientes para determinar la similitud en todos los aspectos de la vida, en la que, por otra parte, les cuesta identificar el significado del ‘yo’ y la separación, en el colegio o como consecuencia de la muerte del otro.
Los hermanos gemelos son casi idénticos físicamente y comparten un mismo código genético, que contribuye a que tengan gustos muy parecidos y, en ocasiones, las mismas enfermedades. Es habitual entre ellos la existencia de una sintonía afectiva muy fuerte y su compenetración, a menudo casi total, hace que los padres lleguen a sentirse excluidos de la relación en determinados momentos. Prácticamente, les basta con tenerse el uno al otro. La psicóloga infantil Coks Feenstra, investigadora de este tema y autora de «El gran libro de los gemelos», considera que entre estos hermanos existe una «conexión especial» y asegura que, «aunque el grado de compenetración no es el mismo entre todos los gemelos, ellos se entienden a la perfección y sienten las penas y las alegrías del otro como algo suyo».
La psicóloga también explica que «la muerte del otro es lo peor que les puede pasar, lo más traumático, más impactante incluso que la muerte de sus padres«, y reconoce que, tras la desaparición del hermano, a los gemelos «les cuesta muchísimo rehacer su vida porque viven al otro como una parte suya«. De esta manera, padres y educadores deben potenciar que cada gemelo se sienta único y tenga la oportunidad de desarrollar su propia personalidad.
Para evitar que se encierren en el dúo y fortalecer la relación con sus hijos, resulta muy positivo que los padres organicen actividades a solas con cada uno de los gemelos. También el amor entre ellos es más intenso y, en determinados momentos, el odio o la envidia. Se alegran mucho por los logros del otro, pero también puede ocurrir lo contrario, y es en ese momento cuando los padres deben enseñarles a aceptar sus propios éxitos y fracasos, ayudarles a evitar la rivalidad.
En la actualidad, existe la tendencia a separar a los gemelos en la escuela. El miedo a que la dependencia de uno respecto al otro se incremente lleva a una ruptura brusca y a una separación que puede generar estados de ansiedad y un verdadero trauma en los gemelos cuando aún son muy pequeños. La Asociación de Padres de Partos Múltiples de Madrid (Amapamu) recomienda que vayan juntos cuando los gemelos todavía son pequeños y empiecen la guardería, ya que antes de los tres años desconocen el concepto del ‘yo’. En todo caso, cuando los gemelos comparten aula, el profesor puede ayudar a que cada uno realice su propia tarea si les trata como dos personas diferentes.
Así, la palabra clave es la plasticidad: hablamos de la flexibilidad del cerebro para modificar su estructura de acuerdo a las necesidades funcionales y del medio ambiente. Estos resultados apuntan a que llevar una vida activa tiene influencias profundas sobre la estructura cerebral.
Los tópicos sobre los gemelos
- «El que nació primero es el mayor». Esto es falso. Incluso hay algunos mitos que establecen que el que nace segundo es el mayor, ya que fue gestado con anterioridad. Pero aunque legalmente y por temas de herencias se inscriba en casi todo el mundo al que nace primero como el mayor lo cierto es que los dos fueron gestados al mismo tiempo y por ende no hay uno mayor que el otro.
- “Los gemelos son como dos gotas de agua” Falso. Los gemelos llamados “idénticos” comparten ADN pero aunque son parecidísimos no son completamente idénticos ya que no lo comparten en su totalidad y por esta razón sus padres sí pueden reconocerlos. Son gemelos y no clones. De hecho, los perros rastreadores pueden diferenciar a los gemelos idénticos a través de la huella olfativa, ya que cada ser humano es único, como en el caso de las huellas digitales.
- «Los gemelos idénticos podrían desarrollarán las mismas enfermedades». Esto es falso. Desde luego que compartirán mocos y fiebres, pero no necesariamente enfermedades complejas. Los riesgos de contagio son iguales que los de cualquier par de hermanos.
- «Los gemelos tienen “poderes telepáticos”. Falso. Comúnmente se cree que los gemelos tienen una habilidad especial para comunicarse con hermano gemelo. Esto no está demostrado científicamente, pero sí es cierto que al compartir su día a día, se conocen tanto que pueden llegar a tener gustos similares y saber cómo reacciona el otro sin mediar lenguaje. Lo que si desarrollan los gemelos es un lenguaje propio llamado «criptofasia», también conocido como “lenguaje de gemelos”. Se da durante los primeros años infancia y a veces implica ralentiza el proceso del habla, pero no es un lenguaje secreto ni mágico, sino una forma de expresarse muy particular.
- «Los gemelos sienten dolor cuando el otro lo está experimentando». Es totalmente falso, lo que sucede es experimentan un alto nivel de empatía ya que su lazo es mucho más intenso que el que comparten otros hermanos.
- «No es posible amamantar a dos bebés a la vez». Esta es una gran falacia. Se puede dar perfectamente el pecho a dos bebés al mismo tiempo. Cuanto más pecho das, más leche generas y cuando das a dos, tu cuerpo produce muchísima más leche. Mellimamá dio de mamar a duo el tiempo que los mellizos quisieron que fue de aproximadamente 5 meses.
No obstante, hay muchas dudas con respecto a los gemelos:
- ¿Es bueno que se vistan igual o diferente?
Si son gemelos idénticos, es recomendable vestirlos distintos. Esto facilita su individualidad. Si son mellizos tiene menos importancia, porque son distintos físicamente, incluso pueden ser chico y chica. Aun así, sería recomendable distinguirlos. - ¿Es recomendable que duerman en la misma habitación o separados?
Por lo general los bebés pueden beneficiarse de dormir en la misma habitación, ya que se hacen compañía. Tal vez cuando son más mayorcitos van necesitando, ( y reclamando) su propio espacio. Es importante atender a sus deseos, porque realmente no hay ningún motivo para que duerman de una u otra forma. - ¿Es bueno separarles en el colegio?
En los primeros años de escolarización no hay necesidad de separarlos. Tengamos en cuenta que están acostumbrados a estar siempre juntos, apoyándose, consolándose, aportándose seguridad. La escolarización puede ser menos dura si se afronta en compañía. Les puede ayudar a separarse de los padres con más facilidad y a adaptarse a la nueva etapa. Para los niños pequeños (todos, no solo los gemelos) es importante y beneficioso estar junto a sus figuras de apego. Ya en primaria, si se detectan dificultades de algún tipo, como por ejemplo que solo se relacionen entre ellos, que dependan excesivamente del otro, o que haya celos o conductas posesivas, se puede valorar separarlos. Pero depende de cada niño, no hay una regla general que sirva para todos. - ¿Es bueno que vayan siempre juntos a todas partes?
Es bueno que poco a poco, conforme vayan haciéndose mayorcitos, tengan su espacio propio. Es posible que al principio esto les cueste un poco, pero hay que favorecerlo porque si no podemos crear un “tándem”, es decir, niños que van juntos a todas partes y no disfrutan de la atención y relaciones individuales que necesitan. - ¿Es adecuado llamarles “gemelos”, “ mellis”, etc..?
Es mejor llamarles por su nombre. Pero tampoco pasa nada si ocasionalmente usamos algún apelativo cariñoso. En general lo importante es respetar ambas cosas: por un lado su individualidad, ya que son seres independientes que merecen ser tratados según su personalidad, sus gustos etc. Y por otro lado su especial vínculo. Es una evidencia que los hermanos gemelos y mellizos tienen un vínculo muy especial que puede resultarles muy enriquecedor y que no tiene por qué ser cortado o impedido.
Lo mejor es adaptarnos a las situaciones según vayan surgiendo, de una manera tranquila y con sentido común, sin prejuicios ni ideas preconcebidas. Conociendo las personalidades y las necesidades de cada uno de nuestros hijos por separado, y tratando de respetar sus ritmos.
Por otra parte, es normal que surjan celos entre los gemelos como reacción a la necesidad de ser exclusivos y siempre protagonistas frente a la atención de los padres. Para gestionar los celos entre gemelos, es importante identificarlos.
Los celos se manifiestan de distintas maneras en cada niño, aquí van sólo algunas de ellas:
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- Aumentan también las rabietas y al ser dos se “contaminan” mucho el uno al otro (ej: si mi hermano llora yo también).
- Suelen manifestar comportamientos agresivos: mordiscos, empujones, peleas.
- Algunos niños/as en función de la edad suelen retroceder a conductas ya conseguidas, ej; hacerse pis o a chuparse el dedo.
- Buscan llamar la atención desobedeciendo, molestando, incluso intentando dañar o fastidiar al hermano, cuando éste está con la atención de los padres.
- El apetito y el sueño también se pueden ver afectados, están más inapetentes, les cuesta conciliar el sueño o aumentan las pesadillas y el miedo.
- Están más sensibles, lloran con facilidad, pierden interés por el ocio, disminuye o se altera en algún aspecto su rendimiento escolar.
Todas estas reacciones son normales si se dan de forma temporal y no alteran significativamente el funcionamiento familiar. Es importante no regañarles en exceso e intentar comprender y apoyar al niño/a que presenta los celos, buscando alternativas para manifestarle nuestro cariño y atención. No por ser gemelos tienen que expresar los celos de igual manera y con la misma intensidad.
Por tanto, hay que fomentar su autoestima, aprendiendo a alargar los comportamientos positivos y resaltando la personalidad de cada uno de los gemelos. También es importante ayudar a mejorar su tolerancia ante situaciones de stress. Jugar con ellos a inventar situaciones de posibles conflictos y que sean capaces de resolverlas solos, con nuestras indicaciones, y pasándolo bien, no olvidarse que es un juego. Ej: role-playing (jugar a médico-paciente, camarero-cliente, etc.).
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