Normalmente, solemos estar muy preocupados por nuestra carrera y nuestro trabajo. Sin embargo, la dedicación no debe confundirse con el trabajo excesivo en detrimento de las relaciones personales y la salud. Según una encuesta nacional realizada en el 2007 por la Asociación Americana de Psicología (APA), tres cuartas partes de sus participantes consideraron el trabajo como fuente significativa de estrés, mientras que la mitad de éstos indicaron que el estrés afectaba considerablemente su productividad laboral. Además, aproximadamente la mitad de los participantes de la encuesta afirmaron que no hacían uso de las vacaciones que les correspondían, e incluso estaban considerando la posibilidad de cambiar de empleo a causa del estrés. El estrés laboral también preocupa a los empresarios que contratan, y les cuesta a las empresas muchos millones en conceptos de absentismo laboral, disminución de la productividad, rendimiento de los empleados y pagos por servicios médicos, jurídicos y de seguros.
El estrés laboral puede afectar significativamente la salud física y mental. La encuesta realizada por La APA reveló que tres cuartas partes de sus participantes han experimentado síntomas físicos como resultado del estrés, tales como dolores de cabeza, fatiga y trastornos gástricos, combinados con sentimientos de irritabilidad, enojo, nerviosismo y falta de motivación.
Parte del estrés que se experimenta en la actualidad proviene de las presiones del mundo actual en conexión continua. Debido a los mensajes de correo electrónico, los teléfonos móviles e Internet, estamos teniendo enormes dificultades para desconectarse del estrés del centro de trabajo y concentrarse en sus prioridades personales. Ejemplo de ello es que más de la mitad de los participantes en la encuesta de La APA afirmaron que las exigencias laborales interferían con sus responsabilidades familiares u hogareñas.
“Aunque, sin duda alguna, la tecnología mejora nuestras vidas, la sobrecarga de información puede incrementar los niveles de estrés de una nación que ya trabaja excesivamente, y propiciar la práctica de conductas perjudiciales para afrontar ese estrés”, afirma el Dr. David Ballard, Psy.D, MBA, miembro de la Asociación Americana de Psicología (APA). “Lo importante es aprender a controlar con efectividad su estrés, para que pueda lograr el mejor rendimiento en el hogar y el centro de trabajo”.
El incremento del estrés puede conducir a conductas poco saludables como fumar, comer para combatir la ansiedad, opciones inapropiadas de alimentación, inactividad, consumo de alcohol y consumo de drogas para mantener la atención o la actividad. La práctica de tales conductas puede dar como resultado problemas graves de salud a corto y largo plazo.
Para enfrentar el estrés laboral podemos utilizar las siguientes estrategias:
- Conocerse a sí mismo. Conozca su nivel de estrés y las causas del mismo. El estrés se manifiesta de diferentes maneras, tales como: dificultad para concentrarse o tomar decisiones, enojo, irritabilidad o pérdida del control, dolores de cabeza, tensión muscular o falta de energía. Aprenda a conocer sus propias señales de estrés.
- Reconocer cómo enfrenta el estrés. ¿Practica conductas perjudiciales como fumar, beber o comer alimentos inadecuados para controlar el estrés? ¿Pierde la paciencia con sus hijos, cónyuge o compañeros de trabajo cuando se siente abrumado por las presiones laborales?
- Reglas de conexión. La tecnología de las comunicaciones le ayuda a alcanzar niveles de productividad nunca antes imaginados, pero también puede consumir buena parte del tiempo que le dedica a su familia, a la cena y hasta a sus vacaciones. Establezca reglas de estricto cumplimiento como desconectar el teléfono móvil del trabajo al llegar a casa, o determinar ciertos horarios para responder llamadas. Comuníqueles estas reglas a los demás para que no haya conflictos y todos sepan a qué hora pueden llamarlo. Deje que la tecnología trabaje para usted, en vez de convertirse en un esclavo de ella.
- Crear una lista de asuntos pendientes. ¿Teme que se le olvide algún asunto importante? ¿Piensa constantemente en todo lo que le falta por hacer? Aclárese la mente y póngalo todo por escrito (o en una lista de asuntos pendientes en el escritorio de su ordenador) creando una lista de trabajo y tareas personales y marcando las de mayor prioridad. Con esto no sólo reducirá los riesgos de olvido, sino que también podrá concentrarse mejor en el trabajo que está realizando.
- Tomar descansos breves. Mantenga la energía y la productividad dedicándole uno o dos minutos periódicamente a pararse, estirarse, respirar profundo y librarse de la tensión acumulada. Los descansos breves entre tareas realizadas pueden ser particularmente efectivos, pues le ayuda a sentir que ha acabado un trabajo antes de pasar al próximo. Tómese además un descanso de 10 a 15 minutos al cabo de algunas horas para “recargar” y evitar la tentación de trabajar mientras almuerza. La productividad que logrará compensará con creces el tiempo que invierta en esos recesos. No se trata de cumplir horas, sino de cumplir objetivos
- Buscar formas saludables de controlar el estrés. Trate de sustituir las estrategias perjudiciales como consumir alimentos poco sano, fumar o beber alcohol por conductas saludables como ejercitar, meditar o hablar con amigos y familiares. Tenga en cuenta que las conductas dañinas progresan con el paso del tiempo y pueden ser difíciles de cambiar. Por tanto, vaya paso a paso, transformando las conductas de una en una. Y recuerde que algunas son extremadamente difíciles de cambiar y pudieran necesitar la ayuda de un profesional certificado como un psicólogo.
- Cuidarse a sí mismo. Coma adecuadamente, duerma lo necesario, beba agua suficiente y practique actividades físicas habitualmente. Incremente su salud mental y corporal con actividades como el yoga, las caminatas breves, el ejercicio en un gimnasio o la práctica del deporte que más le guste. Además, tome vacaciones regularmente. Independientemente de lo agitada que pueda ser su vida, dedíquese tiempo, incluso para hacer cosas tan simples como leer un buen libro, escuchar su música favorita, o disfrutar de un plácido desayuno dominical en su cafetería favorita.
- Pedir apoyo profesional. Aceptar ayuda de sus amigos y familiares puede perfeccionar su capacidad para controlar el estrés. Si sigue sintiéndose abrumado por el estrés laboral, sería conveniente consultar con un psicólogo, quien podrá ayudarle a controlar mejor el estrés y a cambiar las conductas perjudiciales para su salud.
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