Los descensos hormonales que acompañan a la menopausia son responsables de diferentes síntomas que pueden afectar a la salud y a la calidad de vida de las mujeres.
Algunas de estas molestias provocan efectos a nivel psicológico, incluso los propios cambios físicos implican alteraciones emocionales como depresión, estados de ansiedad e irritabilidad. El grado con el que aparecen estas molestias depende de la respuesta hacia los cambios hormonales que presenta cada mujer, como sucede en los casos de depresión posparto o síndrome premenstrual.
El descenso de estrógenos y progestágenos en el organismo femenino puede desembocar en estados depresivos durante el climaterio. Según diversos estudios, las mujeres que han sido sensibles a los cambios hormonales que provocan el síndrome premenstrual o que aparecen tras el parto, aumentan sus posibilidades de sufrir depresión en esta etapa de su vida.
Si no se toma en cuenta el aspecto psicológico sobre el proceso por el cual atraviesa la mujer en este período, la menopausia es percibida tanto por la mujer como por su familia como una disfunción endocrinóloga (en el sistema hormonal) el cual produce trastornos graves especialmente en el tipo de mujeres que manifiestan trastornos de personalidad, inmadurez o con problemas de tipo neurótico.
Cuando no se cuenta con la orientación psicológica debida, el proceso de la menopausia puede llegar a convertirse en una verdadera tortura y un gran peso emocional no solo para la mujer que atraviesa por esta etapa, sino para su familia y la sociedad en general.
Los conflictos psicógicos que estaban a un nivel inconsciente se hacen presentes al estar la mujer plenamente consciente que su etapa reproductiva llegó a su fin y que ha empezado el proceso del envejecimiento en su cuerpo. Es por eso que problemas tales como cambios bruscos en el temperamento y conflictos de tipo neurótico, estados depresivos y de ansiedad salen a flote más frecuentemente en la mujer, la cual no había experimentado este tipo de conductas en el pasado.
Además, la menopausia es una etapa que puede afectar la autoimagen de la mujer. Muchas veces esta fase conduce a conflictos tales como insatisfacciones a nivel profesional, autoestima, angustias y estados emocionales que afectan la sexualidad de la mujer y por consiguiente a su pareja.
No todas las mujeres reaccionan de igual manera ante la presencia de la menopausia. Depende mucho de la edad en la que esta etapa se presente, la cultura y el estrato social a la que la mujer pertenece. También sus vivencias familiares y ambientales, son factores muy importantes que determinan la estabilidad emocional de la mujer. Los problemas de tipo fisiológico también determinan la severidad de la crisis por la que la mujer atravesará durante la menopausia.
Cuando la mujer se adapta a estos cambios psicosomáticos de una manera positiva y toma conciencia que está atravesando por una fase transitoria en su vida, aceptará más fácilmente estos cambios y al hecho de que ya no está en capacidad de reproducir pero que podrá continuar disfrutando de actividades que le gustan y de una vida sexual y social satisfactoria. La mujer no tiene por que sentirse que está en su última etapa de la vida esperando un encuentro cercano con la muerte.
Pero en ningún caso la menopausia debe ser percibida como una enfermedad: es un periodo de transición en el que muchas mujeres experimentan un duelo a través de un intenso proceso emocional. Además de los síntomas físicos, los cambios hormonales derivados del proceso de la menopausia pueden causar síntomas psicológicos, entre los que podemos incluir:
- Alteraciones del estado de ánimo
- Ansiedad
- Sintomatología depresiva
- Irritabilidad
- Insomnio
- Menor deseo por las relaciones sexuales
- Fatiga mental
- Falta de concentración y de memoria
Como vimos anteriormente, cada mujer vivencia esta etapa de una manera diferente. A nivel social encontramos creencias irracionales y tabús entorno a la menopausia, generando efectos emocionales negativos a causa del cambio hormonal, provocando un miedo anticipatorio a padecer ciertos trastornos corporales como sofocaciones, irritabilidad, ausencia de deseo sexual… pudiendo llegar a generar una imagen de mujer deteriorada y débil.
Por lo tanto, el papel de la psicoeducación es fundamental, es necesario propiciar un cambio de actitudes y aptitudes frente a la menopausia, para afrontar ésta como una etapa más de la vida. Estas intervenciones psicológicas en las mujeres en esta etapa, nos ayudarán a aceptar el cambio del ciclo vital de la mujer, distinguir, evaluar y aliviar los síntomas físicos y psicológicos derivados del climaterio -fase previa a la menopausia-, fomentar una mejora en la calidad de vida de la mujer, identificar y controlar las preocupaciones excesivas y creencias irracionales, reestructurar ideas irracionales y erróneas sobre la visión de la menopausia a nivel físico, emocional y sexual, promover conocimientos y hábitos saludables y de autoayuda con el fin de mejorar la calidad de vida bio-psico-social, proporcionar técnicas que faciliten la gestión de emociones (ansiedad, depresión, etc.), prevenir posibles problemas de pareja…
En definitiva, cambiar la actitud frente a la menopausia, aceptando el cambio y gestionando eficazmente esa evolución.
La Depresión durante la Menopausia
La depresión durante la menopausia se muestra con diferentes síntomas como las ganas de llorar, fatiga, cambios de humor o irritabilidad. Este problema psicológico puede tener diferentes grados. Los casos de depresión mayor afectan sobre todo a las mujeres con tendencias depresivas a lo largo de su vida y no dependen solo del desorden hormonal, mientras que los estados depresivos leves aparecen en las que nunca han sufrido esta dolencia.
La menopausia implica el fin de la etapa reproductiva y es la fase de transición hacia la edad senil. Este hecho conlleva multitud de cambios que modifican el aspecto físico de las mujeres, desde la aparición de arrugas hasta el aumento de la acumulación de grasa corporal.
El descenso de hormonas femeninas; estrógeno y progesterona puede llevar a la mujer a estados depresivos en el climaterio: Disminución del interés o placer en algunas actividades, ganas de llorar, insomnio o hipersomnia durante el día, fatiga o pérdida de energía, irritabilidad, alteraciones en el peso corporal y dificultad para concentrarse.
Las mujeres en el climaterio ven ‘envejecer’ su cuerpo y se producen problemas de autoestima y de miedo al cambio. Cada una vivirá este hecho de forma diferente y según su propia personalidad, pero es fundamental saber apreciar la parte positiva de la menopausia y la llegada de una etapa de plenitud en la vida de las mujeres.
En cualquier caso, hay que dejar un concepto meridianamente claro: La llegada de la menopausia no debe ser en ningún caso un momento traumático. Aunque es una fase con grandes cambios, éstos no tienen por qué ser traumáticos y deben encararse con una serenidad optimista y no de manera melancólica (y a veces, incluso apocalíptica).
Raúl
Mi esposa está con menopausa no quiere visitar al médico a cambiado demasiado habla lizuras habla tonterías y quiere tener sexo odia eso y ella era bien calienta se la ha agarrado de mi y mi hijo de 15 años
Federico Casado Reina
Creo que lo apropiado es que visitárais a un terapeuta acreditado.