Aprender a manejar el estrés

Todos sentimos estrés en algún momento. No tiene por qué ser necesariamente algo negativo, ya que se trata de una reacción normal y saludable ante un cambio o desafío. Pero el estrés que continúa más de algunas semanas puede dañar tu salud.

El primer paso para manejar el estrés es reconocer su presencia. Todo el mundo experimenta el estrés de manera diferente. Es posible que te enfades o te pongas irritable, que te duela la cabeza o tengas malestar gástrico. ¿Cuáles son tus señales del estrés? Una vez que las conozcas, podrás empezar a manejarlo.

Adicionalmente, identifica las situaciones que pueden provocarte estrés. Estas situaciones se conocen como estresantes o acontecimientos estresores. Tus estresores pueden ser la familia, el trabajo, las relaciones, el dinero o los problemas de salud. Una vez que comprendas de dónde viene tu estrés podrás idear maneras con las cuales lidiar con tus estresores.

Hay que evitar aliviar el estrés de maneras poco saludables, ya que al sentirte estresado, puedes recurrir a comportamientos poco saludables que te ayuden a relajarte. Estos comportamientos pueden incluir:Aprender a manejar el estrés

  • Comer en exceso
  • Fumar cigarrillos
  • Beber alcohol y consumir drogas
  • Dormir demasiado o no dormir lo suficiente

Estos comportamientos pueden ayudarte a sentirse mejor en un principio, pero pueden hacerte más daño de lo que ayudan. En lugar de ellos, utiliza los consejos que se presentan a continuación para encontrar maneras saludables de reducir el estrés.

Algunas técnicas saludables para manejar el estrés

  • Reconoce las cosas que no pueden cambiar. Aceptar que no puedes cambiar ciertas cosas te permite dejarlas ir y no alterarte. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que debes conducir durante la hora con mayor tráfico. Pero puedes buscar maneras de relajarte en el trayecto, como escuchar un podcast o un audiolibro.
  • Evita las situaciones estresantes. Siempre que te sea posible, aléjate de la fuente del estrés. Por ejemplo, si tu familia discute en los días festivos, date un descanso y sal a caminar o a dar una vuelta en el coche.
  • Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera químicos que lo hacen sentir bien. También puede ayudarte con tu energía reprimida o frustración. Busca algo que disfrutes, ya sea caminar, montar en bicicleta, nadar o bailar, y hazlo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
  • Cambia tu perspectiva. Intenta desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puedes hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos. Por ejemplo, en lugar de pensar, «¿por qué siempre todo sale mal?», cambia esa idea por, «puedo encontrar una manera de superar esto». Puede parecer difícil o tonto en un principio, pero podrías descubrir que esto te ayuda a dar un giro a tu perspectiva.
  • Haz algo que disfrutes. Cuando el estrés te tenga decaído, haz algo que disfrutes para ayudar a ponerlo de pie de nuevo. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver tu película favorita o salir a cenar con un amigo. O comienza un nuevo pasatiempo o clase. Sin importar lo que elijas, intenta hacer al menos una cosa al día que sea solo para ti.
  • Aprende nuevas maneras para relajarte. La práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Las técnicas de relajación te ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea. Existen muchos tipos, desde respiraciones y meditación hasta yoga y taichí. Toma una clase o intenta aprender de libros, vídeos y recursos en línea.
  • Conecta con tus seres queridos. No dejes que el estrés se interponga entre tú y tu vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarte a sentirte mejor y olvidarte del estrés. Confiar tus problemas a un amigo también puede ayudarte a resolver tus problemas.
  • Duerme lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarte a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intenta dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
  • Consume una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darle energía a tu cuerpo y tu mente. Evite los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consume muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras.
  • Aprende a decir que no. Si tu estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprende a establecer límites. Pide ayuda a los demás cuando la necesites.

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