El bullying o acoso escolar es una conducta agresiva que ejercen ciertos chicos o chicas hacia algún compañero de colegio con el fin de hacerle daño, humillar o incomodar.
Implica un comportamiento agresivo que se mantiene a lo largo del tiempo y, aunque en un primer momento la víctima puede haber tenido alguna cuota de responsabilidad en el hecho que dio lugar a la violencia, la conducta agresiva se mantiene incluso si el acosado ha pedido disculpas, ya que el acosador disfruta con esa situación.
Además, en los casos de bullying generalmente se manifiesta una relación desigual ya que la víctima suele ser más débil o no tiene los recursos necesarios -físicos, psicológicos, emocionales…- para hacer frente a la agresión, llegando a creer que es incapaz de defenderse del acoso.
Inicialmente, el acoso escolar fue estudiado por el psicólogo Dan Olweus, en Noruega, a raíz del suicidio de tres niños en 1982. Desde entonces se ha convertido en un tema de interés y está siendo muy estudiado en todo el mundo, elaborándose varios programas de prevención que ya están en funcionamiento en varios países.
Tipos de bullying o acoso escolar:
- Físico: maltrato que tiene la agresión física como componente principal (Ej. patadas, pellizcos, puñetazos, empujones, zancadillas…)
- Verbal: suele estar basado en insultos o sobrenombres (motes) realizados generalmente en público y haciendo hincapié en las incapacidades, inseguridades o discapacidades de la víctima.
- Psicológico: este aspecto forma parte de todas las modalidades de maltrato, y se dirige a minar la autoestima de la víctima y hacer que crezcan sus temores e inseguridades.
- Social: está orientado a fomentar la exclusión de la víctima con respecto al grupo, haciendo participes de esta acción a otros individuos para potenciar el aislamiento.
- Ciberbullying: el uso de tecnologías como internet y las redes sociales para molestar, amenazar, humillar o acosar a la víctima.
El acosado suele ser una persona solitaria, que siente vergüenza y culpa, aislado con muy pocos amigos ya que no es popular en el grupo, suele pasardesapercibido, se le considera tímido y temeroso, nervioso y preocupado, una persona que no sabe poner el límite. En cambioel acosador suele ser una persona agresiva, dominante, con mucha desconfianza hacia sí mismo y los demás, con poca o ninguna empatía hacia los demás, poco control emocional y con la necesidad permanente de llamar la atención de los que le rodean. El acosador además no sabe resolver ningún tipo de conflictos sin emplear la violencia.
En España el 1,6% de los niños y jóvenes sufren bullying de forma constante y un 5,7% lo vive de forma esporádica. En el año 2015, 1 de cada 10 niños afirmó haber sufrido acoso escolar.
Una encuesta del Instituto de la Juventud (INJUVE) eleva el porcentaje de víctimas de violencia física o psicológica habitual al 3% de los alumnos. A su vez, ésta revela que un 16% de niños y jóvenes encuestados reconoce haber participado en burlas o agresiones psicológicas a otros compañeros. El Defensor del pueblo señala que en un 5% los alumnos que reconoce que algún compañero le pega.
El Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), indica que un 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio y que un 13,4% reconoce haber pegado a sus compañeros.
Consecuencias a corto y largo plazo
El acoso escolar tiene graves consecuencias en aquellos que participan en él y sus víctimas. Todas las personas involucradas sufrirán consecuencias a corto y largo plazo, desde la víctima hasta el agresor, pasando por los espectadores.
Para el niño que sufre de acoso escolar, se produce un grave deterioro de la autoestima, un desarrollo de problemas emocionales como la depresión y la ansiedad, y actitudes pasivas en general. Una de las consecuencias más claras en muchos casos puede ser el descenso del rendimiento académico y en ocasiones el abandono escolar, como consecuencia de una falta de interés por los estudios a raíz de la situación de maltrato. En casos extremos, el niño puede llegar a presentar pensamientos suicidas e incluso intentos de suicidio, además de tener riesgo de desarrollar trastorno de estrés postraumático, personalidad antisocial, depresión o trastornos de ansiedad en la edad adulta.
Estas secuelas emocionales lo hacen uno de los problemas en la infancia que tienen un efecto más a largo plazo, llegando a mantener su influencia negativa en la vida y la salud mental de las víctimas más allá de una década después del acoso escolar.
Los agresores también presentan secuelas debido a su comportamiento violento e intimidatorio en sus relaciones sociales, lo que puede llevar al desarrollo de conductas delictivas. La dificultad que desarrollan para la tolerancia de la frustración complica la generación de relaciones nuevas más positivas para estos sujetos. Terminan comportándose de forma coercitiva con los demás, a través del poder, la amenaza y la violencia, ya que es el único tipo de relación que conocen.
En cuanto a los espectadores, las consecuencias de presenciar el acoso a la víctima son el desarrollo de un cierto nivel de desensibilización hacia la violencia que hace que sean, en el futuro, más tolerantes a ella, y menos capaces de actuar a favor del niño que sufre el acoso escolar, o de otras víctimas con las que pueda encontrarse.
Por eso resulta imperativo concienciar tanto a los alumnos -a través de una buena y efectiva educación escolar– como a los padres, tanto en la detección como en el afrontamiento de este tipo de situaciones.
Síntomas de acoso escolar
La mayoría de los padres piensan que su hijo les contaría que sufre bullying. Pero la mayoría de las veces esto no sucede, ya que el acosado cree que es culpable de algo y siente vergüenza por la situación. Además normalmente sufre algún tipo de coacción para que no lo cuente.
Existen varios indicios que pueden hacernos sospechar un caso de acoso escolar como pueden sercambios en su estado de ánimo o en su comportamiento habitual, algún tipo de trastornos del sueño, problemas con el apetito, rechazo a ir al colegio (aproximadamente el 15% de los niños que faltan al colegio es a causa del bullying), pérdida de autoconfianza, muestras físicas de violencia (moratones, arañazos), tener sus objetos dañados o rotos tras llegar del colegio, disminución de su rendimiento académico, somatización de los problemas (dolores de cabeza, vómitos, tics nerviosos, enfermedades de la piel…) que suelen aumentar el domingo por la tarde-noche ante la expectativa del enfrentamiento el lunes nuevamente con el acosador.
No obstante, la presencia de uno o varios de estos indicios no tiene por qué ser un caso de bullying.
Acoso Escolar
Veraz información que contiene el texto es importante ya tener en cuenta estas características y aspectos presentados sobre esta problemática y utilizarlos como consentimiento para actuar y desarrollar proyectos viables para realizar una satisfactoria solución a este gran impacto en todos los aspectos de un ser.
Federico Casado Reina
Gracias por vuestro comentario. Un saludo.
Makaela
Back in school, I’m doing so much lerninag.
Luis Manteiga Pousa
Sinceramente, creo que la gran mayoría de los niños son felices en los colegios. Puede haber más problemas en Secundaria, sobre todo en algunos centros.